DESTELLOS MÍNIMOS

I
El embrujo de los árboles nos escalaba.
No dolía la sangre tatuada en las rodillas.
Esta es la siembra del viento que mueve la memoria.
II
Se acerca el lado incompresible de las máscaras;
el fin de la savia en la corteza.
Extraña conjunción que nos une a la desdicha.
III
Es otra la jungla, otra realidad la que castiga
el destino devastado de los ríos.
Los hombres yacen dormidos en la esquirla amable de la tristeza.


Poema incluido en Cuadernos De Humo Trece. Muchísimas gracias al poeta y profesor Hilario Barrero.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares