MANUAL DE INSTRUCCIONES
Esta tragicomedia,
este desvarío.
Estos días inciertos
donde el desanimo reina
y las sombras trepan
por las yedras:
son tus días y los míos.
Tocábamos con la punta
de los dedos
aquel sueño
inalcanzable del bienestar común
pero la codicia, encontró
refugio en las pasiones humanas.
Todo es ahora costes y
recortes
deudas socializadas
que matan los sueños y producen insomnio.
Aún así, no te olvides
de vivir, deja de lado el lodo
y busca siempre la
alegría.
Este vendaval pasará
arrastrando infames
y dejando las cosas de
valor intactas,
porque la riqueza de
los desheredaros, nuestro mayor tesoro,
es vivir con dignidad
sin haber sucumbido a la fechoría.
Estupendo poema, amigo. Felicidades!
ResponderEliminarGracias amigo, un fuerte abrazo.
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