VÉRTIGO

Huele a café y a tierra mojada.

Tratan los pájaros de abrirse a la luz,
de separar la pegajosa legaña
que habita en la noche.

Erguidas las farolas
sobre las aceras vacías,
inauguran la callada mañana dominical.

Ponte en pie
y escribe la página de hoy
en el paisaje.

La partitura de la primavera espera,
para acallar el sollozo
que emite la monotonía.

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