No busques respuestas cuando el mar golpea las rocas.
El silencio se impone. El agua se desplaza flotando al compás de una luna vigilante y exacta. Escucha el silbido pulmonar que ahuyenta el ahogo y cargada de razones, grita enorme tu vida. Despertar con la carne cansada hasta que el dolor se vuelva ingrávido.
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