LA SOMBRA DEL HASTÍO
Me niego a permanecer
en silencio
cuando la obscenidad
mas insultante,
sobrevuela nuestro
destino
devorando toda
esperanza.
Me niego a sentarme
a esperar la primavera
frente al televisor,
mientras en la calle
el sol sale cada día
soportando el hedor de
la impunidad.
Me niego a respetar
a los que amparan y
provocan desconsuelo:
los dioses en los que
apoyan su existencia,
hace tiempo que renegaron
de ellos.
Despertemos de este engaño
urdido en la trampa del poder
donde habitan los farsantes
trileros del saqueo.
En defensa propia,
cualquier acción es legítima
salvo quedarse quieto
a la sombra del hastío.
La apatía, la desidia... nuestros peores enemigos. Buena crítica Nicolás. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Antonio, otro para vos.
ResponderEliminar!Que le has hecho al toro¡ !parece que se ha convertido en oveja¡'.
ResponderEliminarHummmmm