CRONOS
Despertar por uno
mismo sin luchar con la pereza,
es un placer que los
años otorgan
cuando sólo quedan
brasas de la furia juventud.
Una compensación de la
vida que equilibra
frenéticos biorritmos en
interminables noches.
Mientras duerme el
bullicio y la desolación,
la liturgia de
silencio se rompe por mirlos y aspersores
que anuncian que todo nace
y muere.
Es el tiempo una sucesión
de luz y oscuridad:
vertiginosa avalancha
imparable que todo lo llena.
... y viceversa.
ResponderEliminarSaludos...
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