ROSA DE LOS VIENTOS
Hay una cornisa
inalcanzable
donde soplan los
vientos comunes de los hombres.
Hoy el mar está embravecido
y son pocos los
humanos que hacen pie.
¿Qué pasó con las
leyes naturales?
Habrá que parar las
turbulencias
y asfixiar esa
coartada donde respira la crueldad.
Sígueme, tendrás mi
mano en tu frente cuando haya fiebre.
Tejeremos una bandera
del color de la locura,
para nunca regresar a
galeras ni espejismos.
Aunque nadie escuche,
todavía se oye el
rumor de la vida
por el cuerpo famélico
del amor.
Estupendo poema, Nicolás, con un impactante final.
ResponderEliminarPasaba por aquí y me gusta lo que veo, así que me quedo.
Un placer.
Namasté.
Muchas gracias amiga. Besos.
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