No hay prisa por levantarse. El despertador tiene el día libre y el sol sabe que hoy, no iré a su encuentro.
Debajo de las sabanas jugamos, hasta que un pequeño invasor se une a la burbuja. Tu haces los planes, yo las cosquillas. Papá: he soñado con el señor -Cangrejo- en una ciudad rarísima donde todo el mundo camina hacia atrás. Tienen los sábados algo paradisíaco, oculto en los placeres domésticos.
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